viernes, 28 de octubre de 2011

Curiosidades - El Coche de Syd y algo más


Un  día entre el 14 y el 21 de abril de 1969, dos fotógrafos, Mick Rock y Storm Thorgerson, se dirigían a trabajar. Iban a Wetherby Mansions, al número 22, a ver a un músico que no hacía mucho que había acabado su primera obra en solitario tras abandonar a la banda que le dio la fama. Pues sí, se trataba de Syd Barrett, que daría la bienvenida a Mick y Storm en el piso que tenía alquilado con Duggie Fields para alojar una sesión de fotos. Una invitada sorpresa, pululaba por el piso, Iggy 'la esquimal'. La sesión, es ya parte de la iconografía del rock. Syd y el suelo que había pintado de naranja y azul, Iggy, como Dios la trajo al mundo, sin mostrar el rostro.
Contraportada de The Madcap Laughs.
Pues bien, acabada la sesión de fotos de Storm (cuyos negativos perdió años después) Mick decidió volver a la tarde siguiente para otra sesión algo más distendida y en blanco y negro. Se tomaron fotos en el piso, y en la calle, con y sin nuestra esquimal preferida. Todo aquello quedó reflejado en Psychedelic Renegades, la última mirada esquiva que dio Syd al mundo, firmando 320 de las copias.

Más anécdotas.

"Mermelada, me gusta la mermelada"
 Por allí pasó un melenudo, de nombre Alan Stiles, roadie de Pink Floyd, y del que os sonará la cara... Una pista:


 Alan Stiles, el chico de la izquierda, es muy famoso por tomar unos desayunos muy, muy musicales...

¿Pero y este coche?


Se trata de un Pontiac Parisienne, un modelo que empezó a construirse en 1959. Y era propietario el señor Roger Keith Barrett, como regalo de el ya fallecido Mickey Finn, percusionista de T. Rex.


Y lo ganó en una rifa en el Royal Festival Hall. Cansado de la atención que causaba el artefacto, lo intercambió con el ex-Pink Floyd por su Mini. Casi incapaz de conducirlo, y un poco harto, Syd lo regaló a un desconocido. Meses después apareció en la bizarra película Entertaining Mr. Sloane, cuyo título se tradujo en España como "El Huésped Se Divierte". Acerca del color original del coche, habría mucho que hablar.


 
 
 

Desde SOLO EN LAS NUBES, no sabemos si recomendar la película, pero una cosa sí que es cierta: Hablaremos de películas y teatro en próximas entradas.


¡Problemas!


Nuestro agradecimiento a Felix Atagong y su Iglesia
en la recogida de información para la entrada, y a Iain Moor por un par de imágenes.

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